08 diciembre 2009

Gonorrea Hijueputa, el top.



Lo primero que tengo que decir es que siento que el título de esta entrada me cae como anillo al dedo. Me parece que el simple hecho de abrir este espacio y dejarlo descuidado durante más de tres semanas es una mierda que no habla muy bien de mis ganas de mantenerlo vivo. Sin embargo acá estoy y antes de entrar en materia, les ofrezco disculpas a quienes entran regularmente a ver si he escrito algo. Trataré de no demorar tanto las actualizaciones.


Ahora sí al grano. El tema del que hoy les quiero hablar se adentra en otra de mis pasiones: el cine. Hablar de la pieza fílmica objeto de esta entrada ha sido común en farras, tertulias, filas, y en cuanto lugar medio se cuela el tema del cine nacional.


Así como los italianos fueron los precursores del cine neo realista, los franceses de la nouvelle vague, los daneses del dogma 95, los americanos del cine clásico y así sucesivamente, los colombianos tenemos nuestro propio género fílmico: El gonorrea hijueputa. O por lo menos eso nos dejan ver en las pantallas tantas producciones que utilizan estos dos terminos tan exquisitamente colombianos como columna vertebral de sus diálogos.


Indudablemente, 'La vendedora de rosas', de 1998, es la película precursora del Gonorrea hijueputa en el cine mundial. Con personajes y situaciones que harían sonrojar al mismísimo Freddy Krueger, este filme paisa se encargó de arraigar en los cerebros noveleros del público colombiano la idea de que en este país sólo se produce cine Gonorrea Hijueputa y que en las pantallas se están desperdiciando paisajes hermosos y personajes encantadores como el padre Chucho, Pacheco y quién sabe quien putas más. Abráse visto semejante imbecilidad!


Confieso que me gusta La vededora de rosas, que me la he visto muchas veces y que cada que lo hago me parece más graciosa. Por eso, y pensando en este post, hice un top de las frases y diálogos memorables de esta inolvidable obra maestra del Gonorrea hijueputa Colombiano. Ahí ustedes escogerán su favorita.



11. -Alex aguanta esa pelaita
- Uh si, eso es lo mejor que yo he visto por acá. Yo le doy lengua a lo mango.
- Uy si, aguanta el golpe.


10. -Ahí no hay naaaaadie. Usted esta muy engalochaaaaaoo. Yo no veo a nadieeeee.


9. (Claudia y la cachetona durmiendo)


-Tan lindo el osito. Mi oso maricón no se me pierda, yo me lo llevo pa mi casa. No se me vaya, usted es tan lindo. Osito tan lindo.
-Claudia deje de chimbiar, está muy ensacolada mija?
-Mi peluche, mi osito, no se vaya, no se enoje.
-Ahhh cual no se enoje hermana, usted si chimbea vea toda ensacolada jodiendole la puta vida a uno.
-Yo me la llevo pa la caaaasa. Yo me la llevo pa la casa y jugamos.


8. (El Zarco cuando se estaba bañando y se le entró el agua al reloj)
Este es Norman, alias El Zarco.
(Será Norman Bates el malparido)

-Jueputa ome gonorrea ome. Cómo es que me dejo meter este gancho ciego de esta perra hijueputa ome. Yo si soy mucha LOca. Muy dormido.


7. -Eh ave maría mami, pa darle un piquito allá donde le entra el papel higiénico mi amor.


6. -Mi mamá le dejó la plata pa que comprara el revuelto. Que hizo la plata?
-Me la mecatié en cositas y qué?


5. (Leidy y Andrea)


-Mamita no se vaya. Mamitaaa
-Qué es lo que usted esta viendo.
- A mi mamita ¿No la ve?
-Yo no veo nada, sabe que es lo que usted está viendo? Eso son isilusiones.


4. -Pa que zapatos si no hay casa, pa que hijueputa.



3. (El Zarco - De nuevo)
-Que problemas tan hijueputas ome. Primero fue care escroto, después care miembro y a hora es care paja. No me diga más. Que coma mierda el culo.



2. -Hay no mija es que las mamás son muy gonorreas, usted tiene que hacerse respetar.



1. (Conversación por teléfono de Andrea con la mamá.)
-Ah es que usted tampoco tenía que pegarme por una hijueputa grabadora.
Despeguela ome vieja hijueputa care culo. Chao malparida.
Colgó










15 noviembre 2009

Sobre las matas que matan

Según dicen algunos expertos en salud, alimentos como el huevo y el chicharrón, sólo por mencionar dos ejemplos, matan. Su consumo en exceso puede elevar los niveles de colesterol a tal punto de taponar las arterias y causar un paro cardiaco fulminante.
Siguiendo la lógica de esta recomendación médica, podríamos decir que desde los grandes empresarios avícolas y porcicultores hasta quienes se levantan en las mañanas a escarbar sus gallineros, son potenciales asesinos. Sin embargo, el huevo y la carne de cerdo se sigue vendiendo y consumiendo en miles de formas.

Si los gobiernos del mundo, en su función de velar por el bienestar y la salud de los ciudadanos, declararan la prohibición del huevo y el chicharrón dados sus efectos nocivos en la salud humana, ¿se disminuiría el consumo, la demanda y la producción de huevo y la fritanga en el mundo? No se usted, pero yo estoy seguro de que la respuesta es no.

Por el contrario, la medida traería efectos tales como la creación del cartel del huevo y la Fritanga, con galpones y mataderos clandestinos, oficinas de cobro con asesinos a sueldo que matarían más gente que un chicharrón de setenta patas en cada una de sus comidas, y cocinas malhechas en el fondo de la selva en las que se fritaría hasta de carne de rata de forma insalubre para poder satisfacer la demanda.


Un huevo pasaría de costar $300 en una tienda, a conseguirse en el mercado negro por $5.000. Pero con toda seguridad, y muy a pesar de eso, en nuestras mesas no faltarían estos dos manjares que se han consumido durante miles de años y que no han impedido que los seres humanos lleguen a viejos. Lo mismo, exactamente, pasa con las famosas ‘matas que matan’.

“Soy un marihuanero, no un enfermo ni un criminal”, gritaba un soplete* caleño por los altoparlantes roncos de uno más de los encuentros de la Comunidad Piel Verde, que esta vez se llevó a cabo en Cali el pasado 2 de mayo, en simultánea con más de 200 ciudades del mundo para exigir la liberación de la marihuana y de otras las plantas ¨prohibidas¨.



El anuncio de que tras más de diez debates en el Congreso de la República es inminente la penalización del porte y consumo de la dosis personal, consumidores de todo el país han puesto su grito en el cielo, han armado marchas multitudinarias convocadas por facebook y reconocidos escritores como Héctor Abad Faciolince y Daniel Pacheco han usado sus medios de comunicación para declarar abiertamente que usan estas sustancias y hablar sobre la importancia de poder hacer con sus organismos lo que se les venga en gana.

Pero, según parece, la medida no tiene reversa.

Mientras llega, cientos de jóvenes se toman espacios en las ciudades, como lo hizo la Comunidad piel Verde con el Parque de los Estudiantes, o el de Jovita, frente al colegio Santa Librada en Cali, para explicar el porqué debería ser libre el consumo de la que ellos llaman “la planta mágica” y que precisamente es la prohibición y la clandestinidad la que mata, más no la propia mata. Propuestas como el autoconsumo o sea, que cada consumidor plante su propia dosis en su casa para hacerle frente al narcotráfico y un hueco en sus multimillonarias finanzas, salieron de este espacio.

Música con beats repetidos que llegaban al fondo del cerebro, fanzines, grafitis, carteles, ni un solo policía y mucha pero mucha marihuana fueron los aderezos de esa tarde de sábado. Como era de esperarse, el saldo de muertos, heridos, robos y disturbios fue de cero. Pero ¿acaso la cacareada lógica gobiernista no debió haber mostrado lo contrario?

Así la voz de una niña pagada por la Dirección Nacional de Estupefacientes nos repita a media lengua incesantemente por la radio que la coca, la amapola y la marihuana son matas que matan, me es imposible hacerme una imagen de los miles de indígenas que siembran estas plantas como su única fuente de supervivencia, con una máscara de hockey, una motosierra y sus manos untadas de sangre. ¿Será que en un futuro dejarán de señalarlos a ellos y pasarán a perseguir a los zapateros por utilizar y comerciar pegante bóxer, o dejarán de vender gasolina por ser ésta uno de los alucinógenos más poderosos que hay? Como van las cosas posiblemente así sea.

Si está de acuerdo con el post, lo invito a vivitar este blog, cortesía de El Mantra. Si no, por acá ni vuelva.

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*Léase también: chirrete, vicioso, tostao, marihuanero, fumón, drogo… entre otras.

11 noviembre 2009

Pa One pero de one // Que felicidad!!!

Ayer, 10 de noviembre de 2009, a las 10:00 a.m, confirmaron la tremebunda noticia de que Metallica, la banda que me enlistó con sus melodías hipnóticas en las huestes del metal, tocará por segunda vez en Colombia. Jueputa!!! no me cabe la felicidad en el cuerpo.

Esta buena nueva me remonta obligatoriamente 14 años atrás, cuando me amarré en los pies todo el peso metalero del álbum negro y me lancé hasta el fondo del rock n' roll, para no correr el riesgo de salir. Por aquella época me tocaba velar las melodías de mi banda favorita desde la puerta de Planet Rock en Palmira o Halley Video Bar en Cali, antros a los que no me dejaron entrar hasta que me compré una cédula falsa. Así que, en compañía de mi primo, me tocaba meterme a Shooters, un bar gay en la sexta al frente del Dancali, donde nos dejaban entrar y proyectaban cada vez que se nos antojaba los videos de One y The Unforgiven. (El fin de semana pasado mi primo me dijo que Aventura, la maricada esa de bachata, era para él como Black Sabbath para mí)

Fueron estos videos los que alimentaron mi ilusión de ser un mechudo, cuando aún estudiaba en un colegio militar y no tenía ni siquiera boso. Tuve que esperar un tiempo, pero hoy la cabellera me llega más abajo de los hombros. Estos manes me criaron, sin lugar a dudas. Quería ser como ellos, alcohólico y todo.



Las música de los cuatro jinetes negros ha sido la banda sonora de mi vida y, aunque obviamente con el tiempo mis oídos exigieron nuevas y más refinadas melodías, nunca pero nunca abandoné mi Metallica del alma.

Mientras mis familiares, amigos y compañeros de colegio se dejaron abofetear por modas culas de las que ya no queda nada como los Back's Street Boys, la champeta, el chis pum y el reggaeton (a esta todavía le queda un tiempito), yo seguía fiel a mis héroes, diccionario en mano, aprendiendome una a una sus canciones, guardando hasta el último centavo de la lonchera para comprarme sus discos y sus camisetas, y grabando especiales de la radio para poder escucharlos en un walkman gigantesco que tenía y repetirlos con mi propia vos a todo volúmen por los altoparlantes de la emisora de mi colegio.

Seguiré actualizandolos a cerca de las novedades del concierto y, si acaso alguien lo pide, puedo profundicçzar en detalles e historias al rededor de semejante banda. Seguramente, como hice con conciertos como Iron Maiden, Judas Priest, Motorhead, Heaven & Hell y Barón Rojo, lo cubriré para el periódico. Pero esta vez trataré de entrevistar a alguno de estos monstruos del metal. Les estaré avisando como me va al respecto.

Por ahora les dejo la cuenta regresiva y esta última imágen que tenía reservada para otra entrada pero que no me aguanto las ganas de publicar ya mismo.

Ah, por si no se ha enterado, o si es uno de los lectores extranjeros y quiere saber por simple curiosidad, las boletas salen a la venta elpróximo martes, 17 de noviembre, a las 10:00 am. Las localidades se llaman ONE, The Unforgiven y Enter Sandman; y tienen el no módico valor de Us$ 175, Us$ 120 y Us$ 60.

Si, se que es mucha plata, y sé también que usted puede ser uno de los que me tacha de loco sin dudarlo por gastarme tanto billete en este o cualquier otro concierto (acá en Colombia el viejo truco, para no reconocer que se es un güevón y un incapáz para ir a ver las bandas que le gustan, es decir que ya están viejos, que cambiaron la formación y que si hubieran venido en la buena época sin duda irían).

Antes de tan sólo pensar en aquella desfachatés, recuerde el nombre del blog que está leyendo, eso resolverá de inmediato su duda.

29 octubre 2009

Los rockeros van al infierno, no a la sucursal del cielo


Amigos lectores: Ciertamente, el texto que a continuación van a leer se sale del estilo que hasta ahora han leído en el blog. El siguiente es el primero de varios posts que pienso de poner escritos en tono periodistico, algunos de los cuales han sido publicados en medios de comunicación. No es el caso de éste, que lo escribí hace algún tiempo para una revista caleña que finalmente nunca vió la luz. (Aunque el editor, amigo y seguidor de este espacio, sigue teniendo el derecho de publicarlo cuando y donde quiera). Por ahora, aquí les va. Ah, y recuerde dejar su comentario al final.
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Noviembre de 1992 es un mes que los viejos rockeros de Colombia difícilmente podrán olvidar, aunque muchos melenudos caleños de antaño quisieran hacerlo a toda costa. Para el día 30 de tan memorable mes, en la cúspide de su carrera musical, los Guns N’ Roses habían anunciado su show en la capital del país, y ocho días después, tendría lugar en Cali el concierto ‘Ecomundo 1992’ al que el bajista bogotano Chucho Merchán invitó a sus amigos Roger Daltrey, fundador y voz principal de los británicos The Who, David Gilmour, quien hizo lo propio con las leyendas Pink Floyd; y Phil Manzanera, guitarrista y productor de los ingleses Quiet Sun y Roxy Music.

Muchos Caleños viajaron a Bogotá a presenciar el impresionante show de Axl Rose y su banda, que tenía un valor de $80.000 en la localidad más costosa; pero no pocos se quedaron porque el bolsillo no estiraba tanto como para ir a la capital y regresar al show de semejantes estrellas en el Pascual Guerrero. Había que escoger y muchos caleños no lo pensaron dos veces: ver a los dinosaurios del rock, por $30.000 la boleta más cara, y sin tener que viajar, era una ganga que no se volvería a ver.

Gilmour y Chucho Merchán en Cali. Para ese entonces yo estaba en 2do de primaria. Digamos que tenía que hacer muchas tareas y no pude ir.

Guns N’ Roses fue un éxito absoluto, no sólo por el lleno total de El Campín, abarrotado hasta el último centímetro por rockeros de todo el país, sino por el excelente show de los norteamericanos. Ya en Cali, tierra caliente, salsera y efervescente como ninguna otra, se hablaba de la profanación del templo futbolístico donde los grandes de la pachanga hacían de las suyas cada vez que querían. Sin embargo, se esperaba un lleno superior al de la semana anterior en Bogotá; los dioses ingleses, las leyendas vivientes del rock n roll, tocarían durante más de dos horas. Pues bien, de los 45.000 espectadores que caben en el Pascual, tan sólo 3.000 acudieron a la cita que le daría la ‘patadita de la mala suerte’ a los grandes conciertos de estadio en tierra caleña. Poco público, tropeles por doquier y una lata de cerveza en la cara de una de las coristas de Gilmourm, fueron los puntos más recordados de la fatídica noche. Desde ese momento, salvo contadas ocasiones, cada que hay un concierto de la banda que sea, en el lugar que sea, o el día que sea, los pocos asistentes, por más que traten, no encuentran explicación a la soledad en la que las bandas deben tocar.

El de los alemanes Desaster fue uno de los últimos conciertos internacionales que yo podría catalogar como excelente

Desaster y yo.

"Sencillamente nos cansamos de perder plata en los grandes conciertos que hicimos en Cali. Sabemos que hay gente que quiere siente la música con pasión y esos son los que viajan, así que en cualquier lugar los esperamos. Pero a Cali, jamás", aseguran empresarios como Carlos Oñoro y Juan Diego Arbeláez, que en algún momento hicieron eventos que, por lógica, se llenarían como sucede en tantas ciudades del mundo, menos en la capital de la salsa.

Pero ¿porqué los rockeros dejaron de asistir masivamente a los conciertos, como aquella vez en la que el Pascual albergó a 30 mil espectadores en el concierto de REO Speedwagon, Milli Vanilli, Soda Stereo, Hangar 27, Kronos y hasta el popular Franco de Vita y el salsero Nino Segarra? ¿O cuándo Carlos Santana llenó el Coliseo del Pueblo con 4 mil almas de largas cabelleras, cacao sabanero y LCD en todas sus variaciones?

Álvaro Marín, el ya célebre paisa propietario del almacén Todorock, y uno de los personajes insignes del movimiento en la ciudad –que además ha organizado varios conciertos-, tiene varias teorías. La primera se apoya en el desvencijado eslogan de la salsa. A eso le suma el bajo poder adquisitivo del rockero promedio y la falta de apoyo del sistema caleño. "¿Recuerda el concierto de Misfits hace 3 años?", pregunta el paisa Marín. "Cuándo había visto usted tantos punkeros reunidos y sin poner problema. Pues resulta que entran 500 pelaos, la policía se lleva 300 y deja a otros tantos afuera. Pues el año pasado los Misfits volvieron a Colombia y adivine qué pasó con Cali", recalca.

Misfits en Cali. Otro de los mejores de los últimos años

Misfits y yo.


Y eso que Álvaro menciona el que se hizo, para no hablar de la vergüenza que la sucursal del cielo pasó al hacerle el feo a la primera banda de Hard Rock americana que pisó suelo nacional: Quiet Riot. Se presentaría junto a Barón Rojo en marzo de 2005, y a una semana del show no se habían vendido ni cien entradas.

El resultado era obvio. Ese domingo el único Barón Rojo que se escuchó en el Coliseo Evangelista Mora fue el eco de la tribuna sur de El Pascual y, desgraciadamente, Kevin Dubrow, la voz líder de Quiet Riot. murió en su mansión de Las Vegas sin probar la lulada, ni el pandebono con champús. Eso sí, en Bogotá el toque fue alucinante.

Kevin Dubrow. R.I.P

Conciertos que marcaron época en la década pasada como Helloween, Mago de Oz, Ángeles del Infierno y Rata Blanca, no fueron suficientes para que el panorama de la música que apasiona a tantos en esta ciudad de trompetas, maracas y congas fuera menos negro. Mucho más se podría hablar del tema, pero ya todo está dicho en el título del himno de Barón Rojo (no sur): ‘Los Rockeros van al infierno’, no a la sucursal del cielo.

A comentar pues!!!

21 octubre 2009

¡MILAGRO!


En tazas de chocolate, árboles, baldosas, sandwiches, veladoras... no importa. El señor es libre de escoger en cual de sus hijos se manifiesta.

19 octubre 2009

El riesgo es que te quieras quedar

Si usted es colombiano sabrá perfectamente de lo que voy a hablar, aunque sea de aquellos que se hacen los de la vista gorda. En caso de no haber nacido o no habitar actualmente el país que el Sagrado Corazón de Jesús adoptó en 1902, le voy a simular una situación que sólo pasa en ésta, mi querida tierra natal.

Imagínese que usted es un muchacho, niño o mujer colombiano en edad productiva, que no tiene un centavo en el bolsillo y que su familia está pasando miles de necesidades. O mejor aún, hagamos esto: imagínese que usted, sigue siendo usted. Ahora bien, piense que un día sale con un amigo, que pefectamente podría ser yo, a dar un paseo y que en esas nos topamos con un grupo de soldados amistosos, de los que aún conservan sus dos piernas y parecidos a los que cambian ruedas pinchadas a cualquier carro en un comercial de TV. Acto seguido estos 'héroes de la patria' nos invitan a dar un paseo, nos dan un par de cervezas para el calor y les caemos tan bien que nos ofrecen trabajo. Eso sí, tenemos que dejar nuestra casa y marcharnos lejos por un tiempo.

"Juemadre que debuenas, nos salvamos de la inmunda", pensaríamos seguramente casi que al unísono, pero no antes de sentirnos eternamente agradecidos con aquellos salvadores. Vamos a nuestros hogares por un beso y abrazo de nuestros familiares a meter un par de cosas en una mochila y emprendemos viaje con nuestros nuevos amigos.
¿Hasta ahí todo muy bien no? Nada raro; al fin y al cabo su misión es ayudarnos, para eso nuestros padres, familiares, amigos y vecinos han aportado una buena parte en impuestos del poco dinero que reciben para subsidiar sus sueldos. Digamos que nuestros nuevos amigos de verde lo están haciendo como una retribución.
Pues ese abrazo a nuestras madres en medio de tanta emoción resultaría siendo el último, al igual que nuestro viaje y que la cerveza que tan amablemente nos regalaron. Aquellos amigables soldaditos que quisieron ayudarnos con nuestra miseria de vida, terminaron acabando con ella. Ultimándonos a tiros para después vestir nuestros cadáveres con camuflados y hacer que nuestras manos inertes agarraran fusiles para entregarnos a sus superiores como trofeos de guerra.
Por si no sabía, a eso se le conoce aquí en Colombia como un falso positivo y nosotros dos acabamos de engrosar su nefasta lista.
Para que comprenda bien a qué me refiero, imagínese por último que después de toda esta historia, usted es uno de los cuerpos que yace como guerrillero muerto en combate dentro de una de estas bolsas:



¿Aterrador no? ¿Y si fuera su hermano, hijo, novio, esposo, mejor amigo o vecino? Seguramente hasta si fuera su perro le dolería en el alma.

Toda esta triste historia me sirve como pretexto para mostrarles, a los que no conocen las cifras aún, en que va hasta hoy el rollo de los falsos positivos en mi querido país (al que quiero mucho realmente, pa que no vaya a comenzar a decir idioteces como que lo único que hago es rajar y que porqué no mejor hablo de los hermosos paisajes).


2077 asesinatos de personas inocentes para hacerlos pasar como guerrilleros muertos.

55 menores de edad.

122 mujeres.

MORALEJA:

Llevamos 107 años encomendados a este man y no ha servido es pa un culo no?

Comente, es gratis!!!

15 octubre 2009

Se vino la lluvia

Tras una conversación cualquiera el fin de semana pasado sobre el calor que está derritiendo nuestros cerebros por estos días, una conclusión reveladora apareció. Hela aquí: los malditos cuarenta y pico de grados que nos tienen azotados, son los culpables del atraso de nuestros pueblos. Este clima con el que fuimos maldecidos es uno de los factores determinantes para que andemos con la cabeza gacha y los ojos tapados, lo que refuerza sin más explicaciones la improvisada teoría. ¿O encuentra usted actitud más derrotista que esta?

El calor que azota todo el año a los colindantes con la línea ecuatorial, nos tiene es pero jodidos. Y si no miremos la situación de los países que comparten nuestra posición: Ecuador, Santo Tomé y Príncipe, Gabón, República del Congo, República Democrática del Congo, Uganda, Kenya, Somalia, Maldivas, Indonesia, Kiribati, Venezuela, Brasil... algunos desconocidos por estos lados del mundo, otros no tanto; pero al fin y al cabo: unidos por el puto calor.
Es una sandez, estoy de acuerdo, pero por lo menos un poco más elaborada que la típica frase de fila de banco, pasillo de MIO, taxista-pasajero, paradero de bus, mensaje de mesenger y facebook, entre otras, que se limita a decir ¿Que calor no?

Con la llegada de octubre llegaron también nubes negras sobre Colombia y por fin se ve caer agua. Y aunque los noticieros y matutinos anuncian catástrofes que dejan en la mismisima inmunda a cientos de familias, que ven como desde sus colchones hasta sus cerdos se alejan en caudales que antes nunca existieron, tengo que admitir que estoy feliz. Y no por estas desgracias, que si bien me impactan, no me sorprenden ni me importan, sino porque esta puta sequía me estaba deschavetando.
Por fin se llegó el día tan esperado de poder ir a trabajar con chaqueta, de escuchar las gotas golpear con fuerza mi techo mientras duermo, de buscar un helado al medio día por su sabor y no por una mera necesidad térmica y de dejar a un lado el tema recurrente del berraco calor.
¿Será porque el primer clima que sentí en esta vida fue el de octubre es que detesto el maldito calor y que cuando cada año comienza su final mejora mi existencia? Esa teoría me resulta un poco más viable que la que abrió este post.